El click

Gracias a toda la gente que conocí en mis viajes que me inspiró en su momento para soltar estas palabras, a mis viejos que les debo mis ideales, a todos mis amigos que bancan siempre y gracias al planeta por regalarme paisajes increibles.

Cuando ves al sol ocultandose en el mar, formando colores únicos, rodeado de montañas, rodeado de belleza. Ahí caes que todo el resto es fantasía, es una mentira. La felicidad no esta en un ascenso, ni un buen auto ni la botella más cara de champagne en la mejor disco. Y no niego mi disfrute de todo eso, pero una vez que salís de eso, que lo ves de afuera, que podes abrir la cabeza, ahí empezas a entender todo. La felicidad esta acá, en estas pequeñas cosas, inmensas. En la belleza natural que nos regalo este planeta, en descubrir lugares que ni te hubieses imaginado, en una linda charla con un buen amigo que acabas de conocer. En ver que no todo es material, que la gente que menos tiene más dá. Eso no es casualidad. No te pido que dejes todo y salgas a viajar, si que entiendas la realidad, bah la fantasía, en la que vivís.
Cuando charlas con gente que vive en un pueblo perdido en algún país de por allá. Allá, sí, lejos del tuyo, lejos de tu fortaleza imaginaria, de tu zona de confort, ahí comenzás a entender otras cosas, a salir de tu burbuja y ver que hay mucho más. Más culturas, totalmente diferentes pero iguales, las mismas problemáticas e incluso la misma mierda de la que tanto te quejas en tu lugar, pero mucha más bondad, mucha, muchas más ganas de compartir todas esas similitudes que nos hacen hermanos.
Y no escribo esto porque me siento realizado, ni superior, ni nada, simplemente feliz. Feliz de haber podido abrir la cabeza, de escapar de mi burbuja, de empezar a entender todo un poco mejor o de otra forma. Comprender que lo que uno tiene no define quién sos ni cuan feliz vas a ser. Uno es lo que es, lo que tiene para dar y lo que quiere recibir. Vos vas a ser siempre vos, teniendo un auto caro o una bici, eso no marca tu esencia. Si tus acciones, si tu pensamiento, si las ganas de ayudar, si la forma de ser con los demás.
No hace falta que les des guita al pibe que te viene a limpiar el vidrio, solamente con no cerrarle la ventanilla en la cara, con mirarlo a los ojos y regalarle una sonrisa, esa que a él le cuesta tanto esbozar por la situación de mierda, que vos ni podés imaginar, en la que vivió o vive. Únicamente eso significa mucho más que cualquier moneda que le puedas dar. Y seguramente me dirás, pero con una sonrisa no come. Y no, pero con dos pesos que te sobran ahí en el monedero del auto tampoco, pero al mirarlo y darle un gesto de afecto le estas dando identidad, le estas regalando eso que la sociedad se esfuerza por desmoronar día a día, la igualdad entre pares, y eso vale mucho más que cualquier moneda.
En fín tampoco quiero hacer una charla sobre moral, definitivamente no soy el indicado, pero sí darte ese empujón que te ayude a ver las cosas de otra forma. Que te ayude a entender que el que pide, el que roba, el que ves tirado en la calle, no eligió eso, lamentablemente no tuvo las mismas posibilidades que vos.
En realidad hay un poder económico mucho más grande de lo vos o yo podamos entender, que le sirve que ese pibe este ahí y que vos pienses que es su culpa. De esa forma la rueda sigue girando, y vos seguis metido en tu burbuja, ese pibe sigue en la calle y la mierda sigue creciendo.
Por esto no te pido que te vayas de tu ciudad, de tu país, de tu lugar o que salgas a regalar sonrisas, en realidad no te pido nada, solo comparto esta nueva forma de ver las cosas, solo comparto mi experiencia. Si te ayuda a salir, si te ayuda a cambiar, el mensaje esta realizado.
Pero nunca pierdas una oportunidad de viajar, de conocer, de abrirte a un nuevo mundo, de cambiar tu cabeza. Este si es un consejo. Tarde 26 años en salir de mi burbuja, y estoy seguro que fue la mejor decisión de mi vida. No tengo un futuro cierto, ni siquiera estoy seguro de que voy a hacer mañana, de hecho practimente no tengo nada en concreto, pero sí tengo una gran certeza, que una vez que abrís los ojos no los querés volver a cerrar.