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Debutando escenarios

Hace un año, cuando comencé este viaje solo pensaba en... la verdad no recuerdo muy bien que pensaba, pero no se acerca ni una pizca a todo lo que estoy viviendo hoy en día. Sin quererlo, pero sintiéndolo desde mis entrañas, hace nueve meses agarré mi celular y empecé a escupir palabras, palabras sentidas, de dolor, bronca, de necesidad de expresarme.  Recuerdo bien que fue a pocos días de la multitudinaria marcha de "ni una menos", cuando conmovido por todo lo que estaba pasando solte mi primer escrito, "Mujer". Un tanto inseguro si solo serian palabras meramente unidas que sonaban bien, o si realmente ese escrito tenía la pasión suficiente para mover algunas fibras en otras personas y despertar emociones. Decidí leerlo a amigas y amigos con los que compartía ese trayecto de mi viaje y recibí una hermosa y cálida gratificación, creo que eso ayudo mucho a motivarme a seguir escribiendo. Y así a los largo de los siguientes nueve meses continué con mi nueva e in...

Relato de un aventón, parte 2

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Se acercaban las doce del mediodia y ahora sí había que replantearse seriamente las medidas a seguir. Ya que vivir ahí no parecía del todo convincente.  Habían pasado 4 horas en las que además de un par de motos, el descorazonado del camión y dos o tres autos que iban en sentido contrario, la ruta la tenía solo para  él.  Necoclí, el pueblo de donde venía, estaría a unos cuatro kilómetros, que no los volvería a caminar bajo ese fusilante sol. Y San Juan de Urabá el próximo pueblo más cercano, se encontraba a unos 40 kilómetros. La decisión era fácil, derretirse caminando hacía Necoclí o derretirse ahí sentado. Ya bastante agotado, acalorado y con ganas de creer en algún dios que le regalase una moto o por lo menos un litro de agua fresca, decidió esperar un poco más, no sin recriminarse casi como si fuese el peor error de su vida, no haber tomado el micro de las 9 am. "Por $70 barras ($70.000 pesos colombianos)  de mierda te está pasando todo esto" , s...

Relato de un aventón, parte 1

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Sentado sobre la sencilla construcción de cemento, que servía como desaguadero, de aquella desolada ruta, pero con una sin igual belleza, se encontraba aquel joven. Miraba impaciente hacia la izquierda intentando vislumbrar  algún vehículo que se asomara por aquella lejana curva con la suficiente buena voluntad de frenar y ofrecerle un asiento para él y su mochila. Pero nada más que ruta, rodeada de un impactante verde, había allí. El pibe de no más de un metro noventa de altura, de cabello un tanto castaño, bastante crecido y revuelto, dado que la caminata hasta ese punto con una mochila a cuestas no había sido nada refrescante. Retratado en sudor, abatido, el flaco sentía que por ahí no pasaría nadie, nunca. Sin contar alguna que otra moto que reducían bastante la velocidad al pasarle por al lado, más por la sorpresa de ver a alguien en esa insólita situación, que para brindarle alguna ayuda. Acechaban ya las 11 del mediodia, con un peligroso y potente sol, que hacía q...

Bitácora de marinero

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Llego el momento en el que el blog se une indiscutiblemente con el viaje. Y así pasó a relatar esta breve historia/reseña de mi primera vez en altamar. Hasta hoy en día una de las aventuras más espectaculares del viaje. Llegando el fin de mi travesía por Colombia, luego de casi tres meses recorriendo el país, decidí que mi próximo destino sería Panamá. He aquí lo complicado del asunto, el cruce a Panamá debe hacerse por mar o por aire, dado que por tierra se encuentra dividiendo ambos países el tapón del Darien. Esta extensión selvática de más de siete mil (7000) km cuadrados se podría cruzar a pie, en unos 6 a 9 días, con todos los riesgos que implica dado la presencia de criaturas salvajes y algunos grupos armados paramilitares. Me encontraba en Taganga pueblo pescador continuo a Santa Marta, podía ir en micro durante 15 horas hasta Bogotá y luego en avión a Panamá ciudad. La opción más rápida y probablemente un poco más económica pero también la más aburrida. Decidí entonces ha...

Loco de amor

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Buenos días compañer@s Hoy tengo la alegría de escribirles desde Panamá ciudad.  Dejaste caer la copa o la ropa, nose, se vuelve todo tan confuso en estos momentos. Podría jurar que nos miramos lo suficiente para envejecer, pero no, el reloj todavía marcaba las 22:21. Rápidamente mi mente recordó, el loco y la mujer, viejos hábitos de un empedernido jugador. Y ahora qué? Qué papel debo jugar? Intenté pronunciar aunque sea un sonido, pero es inútil, desde que abrí la puerta sabia que mis cuerdas vocales se desvanecerían, aún  sabiendo cuanto odias el silencio. Mi cabeza es una murga, pero el silencio penetrante se apodera del ambiente. Y vos, vos ni te esforzas en romperlo y así lo odies, tu orgullo, como es de costumbre te vuelve a dominar. Intento entender, pero por tu mirada, tu fría mirada, solo comprendo que no vas a explicarme nada. Al fin, al fin cambio la hora, 22:22. Nuevamente mi cabeza asocia, el loco. Esta eternidad atemporal me empieza asfixiar. ...

La cocinada realidad

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 Hoy me tocó la inspiración en el translado de Cartagena a Montería. Si todo sigue bien el proximo posteo será desde Panamá. Tragandonos un poco de realidad. Un día nacemos y:   Tenemos que estudiar, primario, secundario, sacarse 10, madurar, hacer deporte, universidad, sobresalir, recibirse, subirlo en la redes, ser orgullo de tus padres y mejor que tus amigos.   Trabajar, competir, ser proactivo, horas extras, ganar más, obedecer, mulear, no parar, no quejarse, individualismo, trabajar más, stress, ascender, subirlo en las redes. Comprar un auto, tv 32', play 3, tv 40', iphone 6, smart tv 4k, consumo, iphone 7, tener tu depto, iphone 8, play 4, cambiar el auto, subirlo en las redes. Publicidad que te incita, productos que te distraen, medios que te manejan. Ostentar, despilfarrar, demostrar, mostrar, ser "alguien".   Belleza, gimnacio, anabólicos,  cosméticos, " no pain no gain ", "estar bien", fitness, consumo, cirugía plástic...

A TI

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A veces, uno suelta este tipo de cosas. Y aquí se los regalo.  Desde Palomino, La Guajira, Colombia. Noches eternas, cuartos oscuros, mentes voladas, charlas intensas. Palabras como flechas a través del viciado aire, producto de ese cementerio de puchos, que se iban consumiendo casi al mismo tiempo que la alegría. La birra, y hasta un poco de whisky, acompañaban esos intensos encuentros de aquellas dos almas desoladas, pero ciertamente puras que se encontraban entrelazadas por esa insolente casualidad de haber coincidido entre tantas millones de personas. Allí estaban, creando sin saberlo, esa conexión que los mantendría unidos no solo en cuerpo, sino en mente. Y cuando las palabras se volvían ecos, la piel empezaba a hablar, y el sudor como trazos de ríos recorría vertiginosamente los cuerpos acalorados y descontrolados de aquellos dos amantes insignificantes para el mundo, pero inmensos frente a los ojos del otro. Peligrosas sesiones atemporales de lujuria, amor,...